lunes, 21 de noviembre de 2011

Grupo2: Modulo 3: Que vamos a descubrir: cuando el director es autoritario, cuando el director es de democratico, los problemas de los subgrupos

UNIVERSIDAD DE PANAMÁ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
CURSO ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE CENTROS EDUCATIVOS
ESCUELA DE DOCENCIA MEDIA DIVERSIFICADA


MODULO N 3
QUE VAMOS A DESCUBRIR?

-Cuando el director es autoritario
-Cuando el director es democrático
-Cuáles son los problemas de los subgrupos en el gremio docente


FACILITADOR
Magister Luisa Díaz


GRUPO 2: INTEGRANTES
Elizabeth Gale 8-517-1259
Kathiana Gonzalez 2-715-516
Zitel Monroy PE-11-2121
Silka Gomez 8-412-605
Ingrid Silva 8-738-156


Sábado 19 de noviembre, 2011




Introduccion

Hay diversas ideas sobre el poder del director. Algunos sostienen que la imagen del director todopoderoso, otros dicen que el carácter y la calidad del director son, con mucho, las principales influencias en la escuela. Sin embargo, para otros, los directores no tienen tanta libertad.
Por una parte, el director enfrenta problemas para mantener el control tanto en el sentido organizativo de asegurar la continuidad y la supervivencia, como en el sentido educacional, mediante la elaboración y aplicación de una política. Estas presiones y expectativas en relación a la figura del director expresan las dos funciones básicas de la dirección: la función que concierne a las tareas e iniciar y dirigir y la función humana.
Los directores están investidos de algún grado de autoridad, ejerciendo algún tipo de liderazgo. La mayoría de los estilos de liderazgo exigen un mayor o menor grado de apoyo mutuo entre el líder y los que dirige. Un estilo de liderazgo es un proceso activo, es un modo de poner en práctica el liderazgo dentro de la realidad social cotidiana de la escuela. Esta concepción de liderazgo reposa en el poder como un resultado, algo que se logra en y mediante una ejecución, en y mediante la acción conjunta. El poder es disputado, no investido.
Los estilos de dirección son actuaciones y por tanto es decisivo que el director logre inspirar un sentido de credibilidad en papel que juega. Los profesores por ejemplo, están muy atentos a la actuación de su director y son “críticos” apasionados y muy competentes.



Estilo Autoritario


El director autoritario se preocupa directamente por imponerse. La exposición es el modo primario de relación verbal, aunque el director autoritario no ofrece ninguna probabilidad de reconocer ideas e intereses rivales. Evita, impide o simplemente ignora la oposición. No se brinda oportunidades para la elaboración de ideas alternativas o la afirmación de intereses alternativos, fuera de los que el director define como legítimos.
El director autoritario puede apelar de hecho al engaño consciente como método de control organizativo. Este tipo de director es poseedor de una alto sentido del maquiavelismo, es hábil para forjar alianzas estratégicas, pero reprime o manifiesta las emociones según sea necesario. El director autoritario parece sentir un horror patológico hacia el enfrentamiento y favorece el statu quo. Las relaciones con los docentes y subalternos son de dependencia, obediencia y renuncia. Tal estilo de liderazgo parece más común entre directores de largos años de servicio o en escuelas donde las “tradiciones” son valores muy apreciados y defendidos por la coalición dominante, no ofrece ninguna probabilidad de reconocer ideas e intereses rivales, evita, impide o simplemente ignora la oposición, no les da la alternativas él las impone, reprime y manifiesta emociones, es capaz de ver a las personas cuando miente, si cree que existe algún conflicto llega al final de la reunión para evadir conflictos.
Aquel director que considera el trabajo por encima de todo. No se interesa por las relaciones humanas, lo constituye un contra-sentido, porque el trabajo se resiste. Este tipo de director tiene, por lo general, escaza confianza en los demás; cree que todo ser humano posee una especie de rechazo natural al trabajo y que, por ello, es necesario controlar, dirigir, impartir órdenes y, aun, amenazar con sumarios, traslados, despidos.

Director Democrático

Un dirigente democrático se interesa en el desarrollo del grupo y de cada miembro en particular, más bien que en su propio estado legal y autoridad. Tal actitud transforma el "clima" del grupo haciéndolo menos propenso a la hostilidad, al formalismo y a la crítica. Porque el dirigente democrático se considera un compañero de los demás en el aprendizaje y porque siente un profundo respeto por el valor personal y la integridad de cada miembro del grupo. El clima resultante acaba por ser mucho más interesante por la simpatía y la libertad existente, que aquel donde opera un dirigente autoritario. Cada miembro del grupo se concentra menos en sí mismo y se vuelve más consciente de los intereses de los demás.
El dirigente democrático se identifica con las necesidades del grupo de modo que cada miembro del mismo será estimulado y tendrá la oportunidad de prosperar y superarse.
Los tímidos y retraídos serán incitados a tomar parte y se los entusiasmará para que acepten responsabilidades, se planearán programas para incluir, no sólo a un grupo selecto, sino a todos aquellos que puedan resultar útiles.
El dirigente democrático se interesa en las necesidades de los otros, pero también reconoce sus propias necesidades y por eso dejará gustoso que otros le ayuden. El nunca se ubica en los extremos. Cuando un dirigente deja de mala gana que otros le ayuden se ponen de manifiesto sutiles actitudes autoritarias.
El dirigente democrático ayudará al grupo a organizarse. Le ayudará a definir sus objetivos, lo cual no significa que dejará simplemente que el mismo tome su propio rumbo, porque un ejecutivo eficiente posee firmes convicciones. Por supuesto que influirá en las decisiones a tomar, pero no las impondrá autoritariamente al grupo.
La tolerancia es una de sus características. En su capacidad representativa él ayudará al grupo a mantenerse dentro de los límites establecidos.
Un dirigente democrático ayudará al grupo a descubrir los recursos que se encuentran dentro de los integrantes del mismo y a utilizarlos siempre que sea posible.
A veces se necesita ayuda exterior para poder progresar. Los especialistas pueden, frecuentemente, ofrecer la información exacta y la instrucción necesaria. Pero los especialistas exteriores deben ser ayudados a comprender las funciones del grupo democráticamente y no deben esperar a que se les entregue la completa dirección del grupo ni contrariarse por las diferencias de opinión.
Un dirigente democrático no necesita estar a la cabeza del grupo siempre. Puede apartarse del mismo sin que este se desmembre. Es lo suficientemente perspicaz como para formar ejecutivos dentro del grupo que dirige, de modo que si tiene que alejarse el conjunto no se desmembrará.


Dirección democrática
El dirigente democrático acepta como básico el concepto de que la dirección es la función de la totalidad de los miembros de la agrupación y no de un solo individuo. Ve a la agrupación como una sola unidad, como un organismo, como una variedad de funciones, y las responsabilidades del dirigente son las de compartir sus tareas con todos los miembros del grupo, de acuerdo con sus habilidades o dotes personales. En otras palabras: la dirección se centraliza en el grupo más bien que en el dirigente. Esto no significa que no deberá designarse un presidente o vicepresidente. Especialmente en las primeras etapas de la vida de una agrupación, una persona o un pequeño grupo de personas deberán tomar la iniciativa de ayudar al resto de la agrupación a definir sus objetivos, a estructurarse y a establecer una serie eficaz de reglas generales para su propia organización.


¿Cuáles son los problemas de los subgrupos?

Dentro de la escuela existen diferentes subgrupos de los cuales mencionaremos los más importantes así como los problemas de cada uno.

a. Subgrupos de docentes: entre sus problemas están:

Falta de identificación del personal docente con la institución.

• Cumplimiento mínimo de funciones

• División interna y formación de grupos que a su vez ocasionan:

< Imposibilidad para tomar acuerdos.
< Problemas de comunicación entre las áreas de la institución.
< Generación de actitudes negativas

• Falta de interés por las metas institucionales.

Baja calidad académica, que causa:

• Fracaso y deserción escolar.
• Deterioro de la imagen de la institución e insatisfacción en los padres de familia.
• Decremento en la matricula.


b. Subgrupos de estudiantes:

1. Los bully: Muchas veces no son muy inteligentes, pero son lo suficientemente malos y fuertes como para tener a la escuela entera a sus pies. Se roban el lunch de los demás, le ponen apodos ridículos y ofensivos a la gente, y en general se dedican a hacerle la vida imposible a todo aquel que los vea feo.
Momento bully: "Te veo a la salida, marica."

2. Los payasos: Exceso de bromas que hacen perder el tiempo y desconcentran al grupo.
3. Los obstinados: Quiere tener siempre la razón. No escucha e impone su opinión. Aquel que discrepe será automáticamente su “Enemigo”.

Vive entonces, preocupado de que los demás trabajen, lo que en las escuelas se entiende como “dar clases”. Desconoce lo que significa motivar y su idea del trabajo es muy simple: unos ordenan; los demás, obedecen.

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